VALENCIANOS Y VALENCIANAS...
(no... ¡¡no es un discurso político!!)

¡PREPARAOS!

Os llevamos el tuppersex (o tapersex o topersex, como queráis) a vuestra fiesta o sencilla reunión de tarde...


¡Comenzad a conocer lo mejor de los juguetes eróticos, lencería, disfraces de fantasía, zapatos sexys...!

Un mundo de alegría, curiosidad, honestidad, fantasía y buena compañía os viene a visitar: ENCANTADAS viene a serviros la mejor fiesta: con demostraciones, con stripers (si los queréis), con charlas y juegos.

No os lo podéis perder, ya sea en una reunión discreta o en una fiesta o bien una despedida de soltería por todo lo alto.

encantadas.carmen@gmail.com
Brevísima historia del juguete sexual

Tras un largo período de tabúes en torno a ellas, las nuevas tiendas eróticas se multiplican ahora por toda la provincia y se sitúan sin pudor en las zonas más comerciales de las ciudades


http://es.youtube.com/watch?v=tPa281EcGTI&feature=related

M. A. MARÍA ALMAGRO/CÁDIZ CÁDIZ

Los artículos para ensalzar los encuentros sexuales han existido desde principios de la historia. Así por ejemplo, los falos de madera y cuero tenían éxito en Grecia antes del año 500 aC.

Durante la dinastía Han, en China, se fabricaban ya bilbos de bronce, y, en la oscura Edad Media, los penes artificiales eran algo común en Europa. De hecho, la palabra dildo (como se llaman tecnicamente los conocidos consoladores), proviene de la palabra italiana diletto.

Ya en el siglo XVIII los artículos eróticos se perfeccionaron con péndulos, esferas, y con incrustaciones de plata y marfil. Algunas de ellas, ahora, piezas de museo. Para sanar la histeriaLos vibradores también tienen una historia peculiar.

Durante la época victoriana, a principios del siglo XX, cuando la mujer no era considerada como un ser sexual, se creía que sus desequilibrios psiquiátricos nacían en el útero. De esta forma y para «curarlas», los médicos les daban en sus consultorios masajes en la vulva con un vibrador, para «sanar la histeria».

Los aparatos se siguieron anunciando hasta muy avanzado el siglo para que los maridos «atormentados» pudieran curar con ellos los males y la locura de su mujer. El Kama Sutra dio un giro a la difusión de la sexualidad. Escrito por Vatsyayana es un antiguo texto hindú que trata sobre el comportamiento sexual del hombre. También ahora, sigue siendo uno de los libros más vendidos.

Paulatinamente, y siempre junto al avance social de la mujer, estos artículos se han «normalizado», muy a pesar de algunos contrarios que se acogen a los dictados de la moral cristiana. Algo está cambiando y los sex shops se han apuntado el tanto.

Pero, ante todo, el redescubrimiento de los sex shops se debe en parte a la mujer. Según los empresarios, este ha sido uno de los factores que han vuelto a relanzar y hacer más rentables las tiendas eróticas. Su poder de decisión en los placeres sexuales ha motivado que una los creadores de los juguetes eróticos hayan exprimido sus ideas hacia el universo femenino.

También los homosexuales han tenido que ver en esta conversión. «Antes entraban y te pedían las películas casi sin hablar y ahora saben que ya está más aceptado», comenta el dependiente. A pesar de estos dos grandes impulsos sociológicos, lo cierto es que, según indican los propietarios de las tiendas eróticas, su público es bastante diverso. «Viene gente de todas las edades. Los jóvenes, que buscan normalmente objetos para despedidas de solteros, parejas más mayores que pretenden salir de la rutina e innovar en sus juegos, y los más mayores que acuden a nosotros buscando remedios más terapeúticos para funcionar en la intimidad».

Tanto es el éxito que están teniendo en los últimos años, que los locales eróticos no solo venden sus productos sino que ya han diversificado su oferta como organizadores de despedidas, sesiones de tapersex (reuniones con una sexóloga que les habla sobre los artículos), y, contrataciones de striptease. «Lo que últimamente nos están pidiendo mucho son las despedidas de divorcio». Una nueva modalidad para disfrutar entre amigos el día en que oficialmente se rompe un matrimonio. Un pecado conra el romanticismo, para otros.

Otro de los usos sociales que están afectando a los locales dedicados a los productos eróticos es el fácil acceso de cualquiera a internet. La red permite a los habituales del cine X bajarse este tipo de películas sin tener que pagar el precio de las cabinas. De hecho, en ciudades como Madrid, Sevilla o Barcelona, estos locales están cerrando ante el peligroso avance de las descargas piratas.Los sex shops o tiendas eróticas son, como casi todo, un nuevo universo. En este caso, una galaxia de los placeres más carnales, por el que, los adictos a la moral ven peligro de condena, y los más masculinos, un riesgo de perder su eterno dominio fálico.

malmagro@lavozdigital.es

http://www.lavozdigital.es/cadiz/prensa/20070318/sociedad/brevisima-historia-juguete-sexual_20070318.html
Hemos oído hablar de él miles de veces. Siempre ha sido un tema recurrente en todas las conversaciones sobre sexo (en la práctica también, por supuesto). El mítico, el ansiado, el buscado Punto G, existe. Y lo dicen los científicos.

Así lo asegura el investigador italiano de sexología médica de la Universidad de L'Aquila, Emmanuele Jannini. El denominado interruptor de placer ha sido fotografiado. Como lo oyen (o leen). Está escondido en un pequeño espacio entre la uretra y la vagina, y tiene un espesor superior a lo normal.

Sólo hay un pequeño problema. Que no todas las mujeres lo tienen. ""Sobre ellas es imposible intervenir. Estas mujeres sólo podrán disfrutar de orgasmos clitorianos", ha explicado Emmanuele Jannini. No desesperen, mientras se puedan disfrutar, no importa de qué tipo sean los orgasmos.

Parece mentira que durante tanto tiempo hombres y mujeres lo hayan estado buscando desesperadamente. Y ahora resulta que no todas las féminas lo tienen. Muchos ya podrán dormir tranquilos esta noche.

La radiografía del Punto G fue realizada con un método ginecológico muy común, la ecografía vaginal transversal. Para ello se reunió a un grupo de mujeres jóvenes a las que preguntó si tenían orgasmos vaginales. En aquellas que declaraban tener esta clase de orgasmos se demostró que presentaban este espesamiento inusual entre la uretra y la vagina.

"Hemos demostrado con seguridad la existencia del Punto G en alguna mujeres. Y también la posibilidad de descubrirlo de una manera simple, con una ecografía habitual", ha declarado Janini. "Con este descubrimiento termina la época de la sexología basada en las opiniones". ¿Y qué será ahora de Lorena Berdún?

Mujeres, tranquilas. Si sois de aquellas que teneis esta limitación, se puede subsanar, sólo en algunos casos, con tratamientos hormonales. Aunque a veces es mejor vivir en la ignorancia y seguir echandóle la culpa al de al lado.


BESO ELÉCTRICO

¿Es posible darle a mi pareja un shock eléctrico al besar?


1) Apagar todas las luces del ambiente donde te encuentres.
2)Quitarse los zapatos y las medias. Rastrillar los pies descalzos sobre una alformbra. Solo Tu, no tu pareja.
3)Con el roce de los pies, se crea un exceso de cargas negativas.
4)Acércate a tu pareja, sin tocar ninguna otra parte de su cuerpo, si lo haces, neutralizaras la carga. Acerca tus labios y, aunque parezca dificil de creer, podrás ver resplandecer una pequeña carga eléctrica.



(El Beso de Times Square, tomado de tiratordos.net)


Hola amigos...aquí estoy de vuelta. Una de las maneras de electrización, es la llamada electricidad estática. La que más de una vez, hemos experimentado por frotamiento, por ejemplo de barras plásticas, las que luego quedan electrizadas y atraen a pequeños pedazos de papel.

Lo del "Beso Eléctrico", es una realidad, no es ficción. De ella nos hablan los poetas y los novelistas. Por ejemplo Henry James en: "Retrato de una Dama".

Se afirma que el voltaje que se puede obtener, varía de acuerdo a la superficie con la cual se restriegan los pies. Por ejemplo, sobre tela de sofá, se logra unos 65 voltios. Sobre alfombrado de habitación de hotel, unos 800 voltios. Sobre frazada de lana, unos 2000 voltios.

La fuente de este post, ha sido tomada de la edición digital de el periódico La República del Uruguay, edición 7 de enero del 2001.

Saludos amigos. Espero sus comentarios.


Publicado por Carlos el baterillero
http://energicentro.blogspot.com/search?updated-max=2007-11-28T06%3A21%3A00-08%3A00
¿Cómo podemos promover, a través de la educación sexual de nuestros hijos, el desarrollo de actitudes sanas y positivas ante un interés y un deseo sexual que les acompañará a lo largo de su vida?

Decir o no decir: es imposible no educar. Bien sea por acción, bien sea por omisión, explicando o no explicando, siempre se está educando. La sexualidad no es una excepción. Por ello conviene estar atentos para que forme parte de nuestras vidas y de las de ellos de una forma natural.

Contestar a las preguntas

Cuando aparecen aquellas preguntas que a menudo interpretamos como incómodas, es conveniente responder con naturalidad y con la verdad. Él o ella marcarán hasta dónde desean saber. Si les da más información de la que quieren, cambiaran de tema, o simplemente la obviarán. Si por el contrario se da una información demasiado escueta, volverán a preguntar. Ellos marcan el ritmo.

No todo lo aprenden solos

Si no contesta a sus preguntas, si no está disponible para ellos en este tema, buscarán otra fuente, totalmente desconocida para los padres y ante la que no tendrán ningún control.
Transmitir naturalidad
La sexualidad sigue un ritmo evolutivo y no se saltan etapas por más que se sepa o se hable de ella. De hecho, se ha comprobado que es todo lo contrario. Cuanto más sabe un niño o niña acerca de valores sexuales (educar en sexualidad no es hablar de prácticas sexuales), más tranquilamente se acerca a ella, al tiempo que dispone de más recursos para decidir y adquiere mayor capacidad de reflexión.

Cuestión de recursos

Educar en sexualidad es proporcionar recursos, autoestima, capacidad de negociación y valores que a menudo aplicamos en otras esferas de la vida. Conviene no olvidarlo cuando nos enfrentamos a preguntas incómodas.





Sexo, ¿a mis años?


Pese a las creencias, la vida sexual en las personas mayores es conveniente y natural, aunque adaptada a las características de esta etapa del ciclo vital.

En numerosas ocasiones nos olvidamos de que, desde que nacemos hasta que morimos, somos seres sexuales. La idea de que la vida sexual es algo "para jóvenes", que se inicia en la pubertad y que desaparece en un momento dado de nuestra madurez, no sólo es incierta, sino que constituye una creencia absurda que condena a los que la comparten a renunciar a experiencias gratificantes y saludables, y a restringir el marco de sus relaciones afectivas.

A lo largo de nuestro ciclo vital se producen muchos cambios relativos a nuestra sexualidad: la forma y tamaño de nuestros rasgos sexuales, la concentración de determinadas hormonas asociadas, nuestro comportamiento sexual... Pero eso no significa que la sexualidad aparezca o desaparezca, simplemente evoluciona y se transforma.

Sin embargo, muchas personas que superan los 50-60 años tienden a suponer que su sexualidad irá remitiendo, que ya no es para ellos. Nada más lejos de la realidad, porque la necesidad de relacionarse con otras personas, de expresar sentimientos, de recibir afecto, no tiene edad y no se pierde.

Es cierto, sin embargo, que hacia el final de la madurez y durante la vejez se van a producir importantes cambios en los individuos (aunque ciertamente no mayores que en otros momentos del ciclo vital) que afectarán a la vivencia de su sexualidad. Entre otros:

La salud física o mental: "achaques" propios de la edad que modifican la forma de hacer las cosas o enfermedades que pueden limitar su capacidad de maniobra.
La falta de pareja o una actitud de oposición por parte de la pareja a mantener relaciones sexuales.

La monotonía de las relaciones, normalmente asociada a dificultades de comunicación sobre un tema "tabú".

Ciertas actitudes negativas y ansiógenas ante cambios fisiológicos normales: la disminución de estrógenos tras la menopausia en las mujeres conlleva una importante reducción de la lubricación vaginal que puede ocasionar dolor si no se utilizan lubricantes, o la ansiedad causada por la mayor dificultad del hombre para conseguir erecciones.

La aparición de actitudes inhibitorias asociadas al alejamiento de los cánones de belleza social y al sentimiento de no sentirse atractivos/as.

El más que probable estrés asociado a la pérdida de la pareja, al deterioro de la red social y del nivel socioeconómico, o los problemas de salud en la familia que afectan transitoriamente al interés sexual.

Pero los factores sociales son los que, con mayor frecuencia, se vinculan a actitudes de inhibición en la satisfacción de un interés y de unas necesidades sexuales que no desaparecen:

En nuestra cultura, por el hecho de que la sexualidad de las personas mayores no pueda asociarse con la procreación, tiende a negarse su existencia, o al menos es un tema tabú.
Las personas mayores que manifiestan a través de su comportamiento su interés sexual reciben el calificativo peyorativo de "viejos verdes" y el sentimiento de culpa resultante les lleva a inhibir cualquier expresión asociada a sus deseos.

Las mujeres, tradicionalmente educadas para la represión de sus deseos sexuales (aún son muchas las que se sienten avergonzadas por sentir deseo), no inician conductas de aproximación sexual, aceptando con resignación la frustración resultante.

Como reflejo de ello, en las residencias de ancianos no sólo no se facilita este tipo de actitudes, sino que se limita cualquier posibilidad de actividad sexual entre los residentes.

Si consiguiéramos hablar con naturalidad con nuestros mayores acerca de cómo viven su sexualidad comprobaríamos que su interés sexual sigue tan vivo como ellos, orientado hacia una interacción más afectiva, donde las caricias y la ternura van supliendo la leve pérdida de algunas respuestas sexuales. Es necesario tomar conciencia de que la práctica de relaciones sexuales mejora su estado de ánimo, constituye una importante fuente de satisfacción personal y consolida las relaciones afectivas con su pareja.

Fuente: http://revista.consumer.es/web/es/20080101/interiormente/72162.php
La masturbación

Definición


La masturbación, tanto masculina como femenina, es la excitación de los órganos genitales con el objeto de obtención de placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo. El verbo masturbar hace referencia a la práctica de la masturbación. Generalmente se entiende que se trata de una práctica sexual hacia uno mismo. Aunque también se admite el uso del mismo verbo para la estimulación realizada sobre los genitales de otra persona con los mismos fines placenteros (como ocurre en la masturbación mutua). La masturbación suele realizarse con las manos, o mediante el frotamiento de los genitales contra algún objeto adecuado. Cada día es más común el uso de los llamados «juguetes sexuales» para obtener este tipo de excitación.

Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Pero tiene en su contra haber creído y mantenido hasta una edad avanzada que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis conocidas por aquel entonces bajo el nombre de neurastenia, equivalente en la actualidad a la llamada fibromialgia (grupo de trastornos comunes reumáticos no articulares, caracterizados por dolor y rigidez de intensidad variable de los músculos, tendones y tejido blando circundante). Sin embargo, debemos más al conocimiento de la sexualidad humana en la actualidad a un coetáneo suyo: Havelock Ellis. Este autor no sólo señaló que la masturbación era común en los hombres, sino que también se trataba de una práctica habitual en las mujeres de todas las edades. Además de señalar que el orgasmo múltiple era un fenómeno frecuente entre ellas.

Origen del termino

Se han empleado diferentes términos a la hora de denominar a esta actividad sexual: masturbación, onanismo, autoerotismo, ipsación..., que han calado popularmente con desigual fortuna. El origen de la palabra masturbación es incierto y los especialistas aún no se han puesto de acuerdo. Sólo sabemos a ciencia cierta que era utilizada ya por Marcial, un poeta satírico hispanoromano del siglo I de la era cristiana. Algunos hacen derivar la voz masturbación de una palabra compuesta por raíces griegas y latinas: µe?ea mezea, que significa “pene” y turba, “alteración”, “perturbación”, “excitación”. Con lo que masturbación significaría “excitar el pene” (¿qué palabra habría que utilizar para designar a la masturbación femenina?). Otros señalan que procede exclusivamente del latín: manus stuprare (violar con la mano) o manus turbare (excitar con la mano). Como no hay acuerdo entre los lingüistas, puede seleccionarse cualquiera de los dos orígenes. Habitualmente se prefiere manus stuprare, porque históricamente se ha considerado sucio masturbarse. Pero es mejor seleccionar manus turbare, porque resulta un origen de la palabra más ecléctico: indica en qué consiste el acto, y no prejuzga ni el sexo de quien lo practica, ni si la actividad a la que se refiere es buena o mala.

Técnicas

Mujeres

Las inmensa mayoría de las mujeres (98%) se masturba estimulando la zona del clítoris. Una cuarta parte de ellas suelen añadir también el estímulo de la vagina introduciéndose sus dedos, consoladores o vibradores, para incrementar las sensaciones placenteras. Pero el estímulo exclusivo de la vagina para masturbarse es un procedimiento extremadamente minoritario, a pesar de lo que muestran las películas pornográficas.

Las mujeres utilizan los dedos para masturbarse; estimulando el clítoris indirectamente al frotarlo a través del prepucio del clítoris, o menos frecuentemente estimulando directamente el glande del clítoris. Suelen lubricarse los dedos (sobre todo si estimulan directamente el glande del clítoris) bien introduciéndolos de vez en cuando en la vagina para extender su humedad al clítoris, bien mojándolos con su propia saliva.

La gran mayoría de las mujeres (73%) se masturban acostadas (o en el baño) y con las piernas abiertas, un 10% lo hace boca abajo y las piernas más juntas o muy juntas. La mitad de estas últimas no emplean los dedos para masturbarse, sino que se frotan contra una almohada, el rebujo de las sábanas o montando algún peluche.

El 3% de las mujeres se masturba en cualquier postura simplemente contrayendo los muslos. Otro 2% lo hace empleando el chorro de agua de la ducha o la bañera. Y existe un 2% más que lo hace sin manos, estimulándose sólo con fantasías.

A pesar de las numerosas técnicas existentes para masturbarse, la mayoría de las mujeres (71%) suelen serle fiel a una de ellas durante toda su vida.

El uso de dildos, vibradores y otros juguetes eróticos se está extendiendo cada vez más entre la población femenina. No resulta fácil saber cuántas los emplean. Pero las diferentes encuestas demuestran que una de cada cuatro y dos de cada tres mujeres, según los países, utilizan estos artilugios para sus juegos solitarios.

Hombres

La mayoría de los hombres se masturban agarrando el pene con la mano y moviéndola hacia arriba y abajo o hacia delante y atrás, según estén sentados, acostados o de pie. Otros, no utilizan toda la mano sino que agarran la zona del frenillo entre los dedos índice y medio, y el pulgar por el otro lado.

No todos los hombres frotan todo el cuerpo del pene; se concentran en su extremo, en la zona del frenillo que es la eróticamente sensible.

Los hombres no circuncidados, no suelen necesitar el uso de lubricantes, porque el prepucio ya mitiga los efectos del roce directo por sí solo. Aunque los hay que los emplean para añadir sensaciones a su actividad. El uso de lubricantes es más frecuente entre los hombres que tienen su pene circuncidado, con el fin de facilitar el deslizamiento de la mano sobre el glande.

Existen artilugios mecánicos y eléctricos para que los hombres se masturben: muñecas hinchables, vaginas artificiales, bombas de vacío, etc. También pueden utilizar vibradores, concentrando su actividad sobre el frenillo.

Extensión de la masturbación
Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografías a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno.

El análisis de las estadísticas arrojan como cifra probable de hombres que se masturban la del 92% ó 94%. Para las mujeres, los datos son más inseguros por la conocida inhibición femenina a la hora de reconocer esta práctica. Pero del estudio de las diferentes cifras manejadas por los investigadores, se sabe que se masturban entre el 85% y el 93% de las mujeres, en conjunto. Si el análisis se centra sólo en las mujeres orgásmicas (y lo es el 90% de la población femenina), se encuentra que se masturban entre el 91% y el 99% de ellas, prácticamente todas.

Leyendas urbanas acerca de la masturbación

"Los hombres se masturban más"

Suele afirmarse que los hombres se masturban con una frecuencia semanal que es el doble de veces la de las mujeres. Pero existen investigaciones que demuestran que los hombres mienten sistemáticamente en las encuestas sexuales exagerando la frecuencia con la que acuden al autoerotismo, mientras que las mujeres mienten en sentido contrario, minimizando la frecuencia (es típica la respuesta femenina de hacerlo una vez al mes). Si corregimos las afirmaciones de unos y otros, los datos convergen en los que muestran algunas investigaciones serias: que hombres y mujeres acuden a la masturbación con una frecuencia similar.

"Los hombres comienzan a masturbarse antes que las mujeres"

Está demostrado que hay más mujeres que hombres que se inician en la masturbación antes de los 10 años de edad. Lo hacen así entre el 20% y el 42% de las mujeres, al menos, y entre el 3% y el 13% de los hombres. También hay un 42% a 52% de mujeres que comienzan a hacerlo, como los hombres, durante la adolescencia. Por eso, las mujeres aprenden a masturbarse espontáneamente con mayor frecuencia que los hombres (lo hacen siendo más niñas y sin haber hablado con nadie del tema), quienes suelen iniciarse más tarde, tras hablar con sus compañeros o leer sobre el tema. (mujeres: entre el 57% y el 62%; hombres: 28%).

"Las personas dejan de masturbarse cuando inician relaciones sexuales"

Otra vieja idea, falsa, que se resiste a sucumbir. Lejos de lo que afirma el tópico, los hombres y las mujeres continúan masturbándose después de establecer relaciones de pareja. Incluso aunque tales relaciones sean satisfactorias, el 75% de los varones y el 75% al 91% de las señoras emparejados continúan haciéndolo.

Se ha observado que mientras la frecuencia con la que los hombres emparejados acuden a la masturbación disminuye desde el momento que comienzan a tener relaciones sexuales y sigue descendiendo con el paso del tiempo, en las mujeres la frecuencia se mantiene igual o aumenta en la mayoría de los casos, sobre todo entre las que son más jóvenes. Esta idea contradice, igualmente, al tópico.

Las razones por la que la masturbación se mantiene entre personas emparejadas se explican más abajo.

"Quienes se masturban se aíslan socialmente"

No hay nada más incierto que eso. La masturbación no produce aislamiento. Ya se ha comprobado que la mayoría de los seres humanos se masturban y tienen relaciones sexuales sin ser por eso seres aislados.

Lo que sí sucede es lo contrario. Es decir, las personas aisladas que no saben relacionarse con los demás, sólo pueden desarrollar una forma de satisfacción sexual: la masturbación. Pero no porque recurran a ella como consuelo. Se masturban como todos los demás, pero no son capaces de desarrollar la actividad sexual que apetece compartir con otras personas; porque no son capaces de relacionarse con esas personas.

Lo primero es el aislamiento y lo secundario que se masturben. No al revés.

Masturbación, salud y psicología

Tanto para evitar los embarazos no deseados como para evitar enfermedades de transmisión sexual, la masturbación es la práctica sexual más segura. No existe ninguna evidencia científica ni médica de que la masturbación manual dañe la salud física o mental: ni hace crecer pelos en la palma de la mano, ni encoge los genitales ni afecta al crecimiento (como pensaban generaciones anteriores). Sin embargo, las personas pueden experimentar sensaciones de culpa durante la masturbación o después de la misma si han sido sugestionados en su contra con anterioridad (ver "la masturbación a lo largo de la historia" más abajo).

La masturbación es la primera forma de expresión que tiene la sexualidad humana. Y, en según qué casos, suele ser también la última. En cualquier caso, es la forma en la que el individuo se identifica como ser sexual que es, aprendiendo por sí solo a calmar sus tensiones sexuales y las de otro tipo mediante el orgasmo que produce la masturbación. Eso le sirve para crear una esfera de privacidad en la que puede refugiarse cada vez que lo necesita.

Llegada la adolescencia, el interés por el otro sexo se hace más pujante y la capacidad fantaseadora se enriquece. Es el momento en el que los sujetos aprenden a proyectar sus fantasías sexuales en otros y comienzan a desear hacer partícipes de su sexualidad a los demás (sus parejas).

Por tal razón, la masturbación y las relaciones sexuales no son excluyentes entre sí, como se creía antes, sino complementarias. Satisfacen necesidades diferentes. Las relaciones sexuales satisfacen esa parte de la sexualidad individual que se desea compartir con los demás y la masturbación constituye el refugio que permite satisfacer otras necesidades de intimidad que cada cual se reserva para sí.

Referencias artículo: http://es.wikipedia.org/wiki/Masturbaci%C3%B3n
La estimulación anal



Historia

El sexo anal ha sido considerado tabú en muchos países occidentales desde la Edad Media cuando se rumoreaba que miembros varones de movimientos heréticos practicaban sexo anal entre ellos. Aún (2007) la penetración anal es considerada delito en ciertos estados de Estados Unidos, incluso dentro de matrimonios legalmente constituidos. De hecho, el sexo anal ha sido y es una de las prácticas naturales más típicas para el control de la natalidad, en cuanto coito substitutivo del vaginal. Actualmente, el sexo anal está considerado una de las prácticas sexuales más extendidas en parejas homosexuales y también heterosexuales. Diversos estudios revelan que, hoy en día, mujeres y hombres confiesan disfrutar del sexo anal. Aproximadamente el 40% de las parejas heterosexuales lo han intentado al menos una vez y, según atendamos a unos u otros estudios, entre el 10% y el 20% de parejas lo practican con regularidad.

Consejo para la prática.

Lubricación: Contrariamente a la vulva y la vagina, el ano y el recto no segregan lubricación natural que facilite la relación sexual. Tampoco éstos músculos tienen una elasticidad que les permitan dilatarse naturalmente. Por ello, la penetración anal debe ser practicada con sumo cuidado, para evitar la propensión existente a los desgarros y fisuras anales. Por este motivo, cuando se practica sexo anal, suele acudirse a algún lubricante para facilitar la penetración. Es conveniente que el lubricante se aplique en el pene, en el ano y en cualquier objeto que se vaya a introducir en el mismo. En caso de sexo anal con condón, se debe tener especial cuidado en emplear un lubricante que sea compatible con preservativo. El lubricante recomendado sería uno de base acuosa de buena calidad. Los de base oleica es mejor evitarlos porque pueden dañar el latex. Por motivos de higiene siempre es recomendable el uso de condón, incluso en la penetración con objetos. Pasar la lengua por el ano de la otra persona, e introducirle los dedos impregnados con lubricante con suavidad, lo ayudará a dilatar y relajar el ano y reducir así significamente la sensación de dolor inicial de la penetración.

Relajación del músculo del ano y dilatación del esfínter: Como normalmente el músculo del ano (esfínter anal) se encuentra cerrado, el sexo anal podría ser doloroso si previamente no se tiene la precaución de distender este músculo (una buena manera sería la realización de juegos sexuales). Se recomienda dilatar o "ablandar" el esfínter anal previamente con saliva e introduciendo lentamente un dedo en el ano y moverlo dentro de éste. Además puede resultar útil el empleo de un dilatador anal o consolador, generalmente de forma cónica, aunque puede haber otras variantes como bolitas unidas que cada vez tienen un tamaño más grande. El principio es el mismo: jugar con el ano para que éste se acostumbre a tener algo dentro y se relaje.

Inicio de la penetración: Para reducir las sensaciones de dolor es importante realizar la inserción del pene o del objeto de forma paulatina, lo que permitirá que se produzca una dilatación y adaptación gradual de los músculos. En ocasiones ayuda empujar ligeramente el objeto introducido como si se estuviera defecando para que la dilatación sea más rápida. En un primer momento puede suponer extraño realizar este gesto cuando no se está defecando, pero ello no producirá ninguna expulsión inesperada o indeseada de la materia fecal, por lo que se puede empujar sin miedo.

Placer en la fase de penetración: En el coito anal o pedicación la mujer obtiene en gran medida su placer al ser estimulado el útero, el cual frecuentemente es poco estimulado en el coito vaginal. El hombre lo obtiene a través de la estimulación de su próstata. Usualmente la persona penetrada complementa el coito anal con la masturbación, lo que contribuye a una multiplicación del placer y a relajarle la musculatura anal, con la consecuente facilitación y mejoramiento de la penetración anal. Por otra parte, las terminaciones nerviosas excitables en la zona ano-rectal son centenares de veces más numerosas que en la vagina (en el coito vaginal la condensación neural se restringe al clítoris y, eventualmente al llamado 'punto G'; así -si no existen fobias- la penetración anal puede llegar a ser más placentera para la mujer. En el momento en el que la pareja "pasiva" (la persona penetrada) logra el orgasmo, contrae fuertemente la musculatura anal provocando una fuerte presión sobre el amante activo lo que le facilita a este el orgasmo. El placer procurado por la pedicación o coito anal no sólo deriva de las sensaciones físicas, sino también de las subjetivas ("romper un tabú" por ejemplo) y de una reminiscencia de la fase o estado anal (según el psicoanálisis).

Técnicas para favorecer el orgasmo

La estimulación simultanea del clítoris y de la vagina en la mujer puede favorecer el orgasmo, lo que se puede lograr mediante la combinación de la penetración con la masturbación manual o con consoladores. Asimismo este placer se puede obtener en sexo en grupo mediante la ayuda de una tercera persona, bien mediante sexo oral o incluso con la práctica de una doble penetración vagino-anal. Otra posible combinación en pareja es introducir un consolador en el ano y penetrar a la pareja vaginalmente o practicarle un cunnilingus simultáneamente. El ano contiene gran cantidad de terminaciones nerviosas que al ser estimuladas ocasionan placer, estas terminaciones nerviosas siguen en gran medida la misma vía anatómica que las del clítoris. En el hombre, además, la penetración anal puede estimular la próstata, obteniendo orgasmos más intensos. En el caso del orgasmo del hombre puede generarse si teniendo sexo en grupo una de las personas le introduce el dedo en el culo durante el coito que le realiza a la otra persona.

Posturas


Back swinging: El back swinging (lit. "zarandeo de espalda") o "sopla-nuca". El receptor/-a se encuentra tumbado boca abajo y la persona que penetra en la parte superior. La penetración es menos profunda, pero el ritmo lo controla la persona que penetra, lo que unido a la fuerte presión que ejerce el ano sobre el glande puede provocar un intenso orgasmo.

Postura del perrito o "a cuatro patas": Es una de las más conocidas, especialmentre entre homosexuales. La persona que va a ser penetrada, se apoya con sus rodillas y brazos en una posición alta (generalmente en una cama). Cuanto más agache su espalda, más deja a descubierto su ano. La persona que penetra puede estar situada también de rodillas en la cama, o bien de pie fuera de ella. En cualquiera de esos dos casos, es el activo quien lleva el control y ritmo de la penetración, aunque el pasivo puede jugar con los testículos de su pareja. En esta postura, el ano de la persona penetrada tiende a estrecharse, por lo que la penetración puede llegar a ser dolorosa. A diferencia de la penetración vaginal, la denominada postura del perrito o "doggy" requiere generalmente que el pene esté en una posición más elevada. Si la persona que penetra está apoyada sobre sus rodillas, esto se puede conseguir poniéndose en cuclillas, lo cual es cansado pero favorece la penetración; o bien dependiendo de la estatura de la persona penetrada, doblando ésta algo más las rodillas, de modo que el trasero quede algo más bajo. Si quien penetra lo hace de pie, el amante penetrado puede abrir sus piernas. En ese caso se logra una penetración más profunda, pero la postura es algo más complicada, teniendo en cuenta que hace falta algo más de apoyo para hacer la presión suficiente para penetrar. Es interesante que la cama sea firme o incluso que la persona penetrada tenga la posibilidad de agarrarse a algo, por ejemplo en el cabecero o el pie de la cama.

Coito anal con la persona penetrada sentada encima del pene de su pareja: Bien de cara al amante, bien de espaldas a él, en este segundo caso la estimulación visual proviene de observar el trasero penetrado mientras que la ventaja de hacerlo de cara es ver la expresión de la otra persona. La penetración que permite es muy profunda y la ventaja que tiene es que la persona penetrada tiene control de los movimientos pudiendo regular tanto el ritmo como la profundidad de la penetración. Suele ser una postura poco dolorosa, por lo que a veces puede resultar interesante comenzar por ella para adaptar los músculos del recto al tamaño del pene.

Con la persona penetrada tumbada horizontalmente hacia arriba: Esta postura admite multitud de variantes. El activo eleva verticalmente una o las dos piernas de su compañero. Esto lo puede hacer de diversas formas. Puede dirigirle las piernas hacia atrás, de manera que el ano quede en una posición muy alta. Puede llevar también cada una de sus piernas a cada lado. O puede el activo colocar encima de sus hombros las piernas de la persona penetrada. También puede el pasivo colocar las piernas encima de la espalda de su compañero. En función de todas las combinaciones posibles, la persona que penetra puede estar en posición vertical, de pie o de rodillas. En cualquier caso, La penetración que permite esta postura es muy placentera y profunda, siendo el activo quien controla la intensidad de la penetración.

Con las dos personas tumbadas de costado: En este caso la penetración es mucho menor y existe el riesgo de que el pene del chico que penetra se "escape" en varias ocasiones del recto de su pareja. En cambio, es una postura muy sensitiva y con mucho contacto físico entre los dos compañeros. Permite además a la persona que penetra jugar con los genitales de su compañero.

El trenecito: Requiere la intervención de un mínimo de tres personas. En esta postura, una persona A es penetrada analmente por una persona B que, a su vez, es penetrada por una persona C. Lógicamente, en esta práctica puede intervenir un número teóricamente ilimitado de personas.

Referencias artículo: http://es.wikipedia.org/wiki/Sexo_anal
Bolas chinas y juguetes relacionados.

Definición


Las bolas chinas también llamadas bolas Ben Wa o bolas de geisha, son por lo general 2 bolas bastante ligeras que la mujer introduce en la vagina que normalmente tienen en su interior otras bolas más pequeñas, creando un vacío en el interior. Mediante el movimiento de la mujer las bolas interiores golpean con las exteriores y realizan una especie de efecto vibratorio, produciendo sensaciones muy eróticas y placenteras.
Son muy cómodas y altamente recomendadas para ser usadas mientras se camina, con lo que aumentan las sensaciones.

Usos


Suelen usarse antes de realizar el acto sexual, durante los juegos sexuales o fantasías.

Puede servir como objeto antiestresante por el efecto tan agradable que produce el llevarlas en el lugar indicado, ya que emula a una masturbación infinita y estimulante.

Se utiliza en la realización de EMSP (Ejercicios Musculares de Suelo Pélvico) en algunos tipos de incontinencia urinaria, especialmente en mujeres en incontinencia de esfuerzo.


Otro producto relacionados

Las bolas chinas han inspirado otros productos como pueden ser las bolas chinas vibradoras, los huevos vibradores, las balas vibradoras y las bolas anales.

Bolas chinas vibradoras: son como las bolas chinas pero en lugar de incorporar dos bolas interiores incorporan un vibrador, suelen fabricarse en silicona y algunas también pueden usarse analmente. Sus vibraciones estimulan las zonas más profundas de la vagina pudiendo alcanzar incluso el punto G.

Huevos vibradores: son juguetes en forma de huevo que se introduce en la vagina. Mediante sus vibraciones estimula la vagina produciendo una sensación muy placentera. Algunos son control remoto para poder activarlo y jugar donde se quiera.

Balas vibradoras: son juguetes parecidos al huevo pero por su forma está diseñado para estimular no sólo la vagina sino que también puede estimular el clítoris, pezones, etc...

Bolas anales: las bolas anales suelen ser una 4 ó 5 bolitas más pequeñas y que no contienen nada en su interior. Estas se introducen en el ano una a uno produciendo un placer extremo al sacarlas. Algunas están unidas por material gelatinoso e incorporan vibrador.

Curiosidades

Al principio, las bolas chinas fueron utilizadas por las geishas, cortesanas japonesas, para tener control absoluto sobre su estómago, según indicación de los guerreros que marchaban a sus cruzadas militares y ansiaban alcanzar rápidamente el orgasmo.


Referencias artículo: http://es.wikipedia.org/wiki/Bolas_chinas
El punto G de la mujer
Definición

El punto de Gräfenberg, más conocido como punto G, llamado así en honor de su descubridor, el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg, es una pequeña zona del área genital de las mujeres localizada detrás del hueso púbico y alrededor de la uretra. Es lo mismo que, o parte de, la esponja uretral, donde se encuentran las glándulas de Skene.

Con la estimulación del punto G (a través de la pared frontal de la vagina) se obtiene un orgasmo más vigoroso y satisfactorio, y muy posiblemente sea la causa de la eyaculación femenina.

Estimulación

Un pene curvado hacia arriba tiene la habilidad natural de ejercer mayor presión sobre la pared frontal de la vagina. Si un pene no se curva hacia arriba, entonces pueden ser necesarias diferentes posiciones sexuales. Por ejemplo, un hombre cuyo pene se curve hacia abajo puede hallar que la penetración posterior es más adecuada para estimular el punto G dado que la curva presionará la pared frontal.

La estimulación del punto G mediante el uso de un dedo o la lengua es posible gracias a la presión combinada de empujar el clítoris hacia abajo mientras se arquea la lengua o el dedo hacia arriba en un movimiento de llamada. El dedo o la lengua debe estar entre 2,5 y 7,5 centímetros dentro de la vagina para que de resultado. Sin embargo, cada mujer puede necesitar una forma diferente de estimulación.

Curiosidades

Se piensa que la estimulación del punto G es más intensa en las mujeres mayores de treinta años, porque los cambios en la estructura de los tejidos del interior de la vagina permite un acceso más fácil a dicho punto. Algunas mujeres creen por esta razón que en la treintena alcanza su cúspide sexual.

Un gran número de expertos cree que la razón por la que la estimulación de esta área provoca un orgasmo e incluso la eyaculación femenina es que el punto G ha evolucionado a un "punto disparador" del parto. La cabeza del feto empuja este punto durante el parto, lo que parece disparar la última fase de empuje. Esto se traduce, durante la estimulación sexual normal, en una contracción más significativa de la vagina.


Referencias artículo: http://es.wikipedia.org/wiki/Punto_G


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¿Cansada de esperar al príncipe? ¿Preparada para conocer lo que necesitas en lo más íntimo, para dejar la insatisfacción y las confusiones entre el sexo compartido con la "persona amada" y el sexo con la persona que más amas?

Dicen que son cuatro días y en ellos aprendemos a ser sensuales a través de las modelos, de cara a quién nos va a conocer. Pero... ¿conocemos la sensualidad hacia nosotras mismas? ¿Y nuestra sexualidad? Algo conocemos, sin duda. Los años y la autoestima nos aportan mucha ayuda al respecto, pero... en ocasiones, una se pregunta si puede desarrollar más su intimidad y, por prejuicios o miedos, no lo hace. Bien, pues en esta página tenéis una cantidad importante de información para colaborar con vuestro enrequicimiento personal.

Por favor, no dudes en realizar comentarios, formular cuestiones,... expresar todas tus inquietudes. Este blog desea ser un lugar de reflexión y cercanía, de comentario y de ayuda. Éste, nuestro blog y nuestro club, pretende ser una base, un comienzo... Una pausa y un punto donde poder aportar cualquier información sobre el mundo del sexo y la sensualidad.

SENTIROS BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS (también ellos lo son: chicos, hombres, sentiros libres de aportar vuestra ayuda y no dudéis en preguntarnos lo que más os apetezca)

El sexo esporádico

Con los amantes, como con los juguetes, se necesita estimular los sentidos, darte tiempo, conocerte, acariciarte. Se trata de deconectar, de reeducarnos, de ser conscientes de los beneficios del sexo y de ser egoista porque, al fin y al cabo, hablamos de una persona a la que probablemente no volvamos a ver (y si lo hacemos será porque la cosa no fue tan mal)

Para tí ¿Cuáles son los beneficios del sexo?

- Te hace estar más guapa, más feliz y más segura de tí misma.
- Mantiene en forma tu aparato reproductor y tu mente.
- Libera tensiones.
- Te hace producir serotonina.
- Te ayuda a quemar calorías

Aprendamos de ellos, dejemos a un lado el estrés, las tareas diarias, los problemas laborales, el miedo a no alcanzar el orgasmo… Vamos a pasar un buen rato y mañana… Mañana será otro día... y “que me quiten lo bailao”

7 Consejos para el sexo esporádico:

- Busca tu propio placer, esta vez puedes ser egoísta.
- Si tienes dudas, antes de irte a la cama con él intenta charlar un rato o dile que quieres tomar un café, así tendrás algo de tiempo para decidirte.
- Que una relación esporádica no te vaya bien no quiere decir que todas vayan a ser así.
- Ten claro que si puedes tener sexo sola, también puedes disfrutar con otra persona, aunque no sea el amor de tu vida.
- Si no te gusta cómo se están desarrollando las cosas, para inmediatamente y vete.
- Tómate el día siguiente con sentido del humor, piensa que él no va a tener remordimientos.
- No le llames al día siguiente, ni le des tu teléfono a no ser que creas que ha habido algo especial.